¿Qué debo hacer si mi hijo se rompe o pierde un diente?

Cuando a los más pequeños de la casa les ocurre algo, procuramos cuidarles lo mejor posible para que disminuya la molestia cuanto antes. Pero, en ocasiones, no sabemos muy bien qué cuidados necesitan, por lo que recurrimos a los consejos de los profesionales.

En el caso de que a tu hijo se le rompa o pierda un diente, ¿sabes qué es lo que tienes que hacer? En Clínica Dental Cerro Alonso te lo explicamos todo de manera sencilla y sin perder detalle.

¿Qué es un traumatismo en los dientes temporales?

Un traumatismo en el diente temporal es una lesión o daño que se produce en el diente de leche debido a un golpe, torcedura u otro motivo. Suele ser muy frecuente, ya que se calcula que el 30% de los niños han sufrido algún tipo de traumatismo dental.

Es importante atender a este traumatismo cuanto antes. Un diagnóstico adecuado, una buena higiene y el seguimiento son fundamentales para salvar dientes que de otra manera se perderían.

¿Qué puedo hacer si mi hijo tiene una rotura en la dentición temporal?

En primer lugar es necesario informar al odontólogo de la zona en el que ha ocurrido el traumatismo y si el niño está vacunado correctamente, es decir, si tiene la antitetánica.

Una vez informado, el especialista recomendará una dieta blanda durante quince días. Después de cada comida la higiene será fundamental, ya que en la mayoría de traumatismos se rompe la adherencia epitelial y existe entrada de bacterias al periodonto. A continuación el niño deberá enjuagarse con clorhexidina dos veces al día y, si se ha prescrito, realizar un tratamiento con antibiótico y/o antiinflamatorio.

También es necesario reposar la zona. A veces esto es muy complicado en niños muy pequeños, que se meten juguetes, el dedo o cualquier cosa a la boca, pero esto puede ser un buen síntoma e indicar que el niño ya no tiene dolor.

Los padres tendrán que estar atentos, vigilando si existe cualquier síntoma como un cambio de coloración de la encía o el diente, si hay negativa del niño a comer por la zona, inflamación, dolor, etcétera. Ante cualquier duda, llámenos.

Si por el contrario el pequeño no presenta síntomas, no hay que dejar de lado realizar revisiones mensuales, bimensuales y semestrales.

¿Y si se le cae un diente de leche por un golpe?

La pérdida prematura de un único diente temporal o de varios conlleva, en muchos casos, una pérdida de espacio con la consiguiente reducción de la longitud de la arcada. Te contamos qué es lo que debes hacer.

En primer lugar, mantén la calma

Primero de todo, es necesario calmarse y centrarse en el bienestar del pequeño. Lava la herida con cuidado con un poco de agua y mira la lesión que se ha producido. Si hay daños en los labios o en la lengua, utiliza una gasa para detener la sangre.

Visita a tu odontólogo

Si la pieza o piezas dentales están afectadas, es importante que acudas con tu hijo al dentista lo antes posible. Que haya una pérdida de espacio dependerá de: el número de dientes que haya perdido, del tipo/s de diente/s y de si han erupcionado ya los primeros molares definitivos, que sirven como tope para la migración de otros dientes.

Solución a la pérdida de espacio: un mantenedor

Para evitar que se produzca una pérdida de espacio, nuestros especialistas colocarán al pequeño un dispositivo que evita el movimiento de los dientes vecinos, conocido como mantenedor de espacio. El objetivo del aparato es evitar que los dientes más próximos a los que se han caído ocupen el sitio de los dientes perdidos, permitiendo así que el diente definitivo pueda erupcionar sin problemas de espacio en la posición que le corresponde.

Pero, ¿qué pasa si el golpe o la caída se produce en un diente definitivo?

La pérdida de uno o varios dientes definitivos es más grave. El odontólogo elegirá el tratamiento restaurador más indicado para reemplazar los dientes originales teniendo en cuenta el diente o dientes que se hayan perdido y la configuración de la boca del paciente. Se debe prestar especial atención a los dientes que ya han hecho erupción y también a los que aún están por erupcionar.

Artículo revisado por el Dr. Cerro Alonso