Implantes dentales

Los implantes dentales son una de las muchas tareas que se elaboran desde la clínica dental Cerro Alonso. Por esta razón, es necesario aclarar cualquier duda que pueda surgir con respecto a estas intervenciones. De esta manera, tendrás claro qué es un implante dental y cómo te beneficiaría.

La implantología dental es una de las mejores y más eficaces maneras de contribuir a la rehabilitación dental. La odontología dispone de una vertiente quirúrgica, en la que se permite recuperar los dientes perdidos, ya sea la totalidad de la dentadura o la pérdida de uno o varios.

¿Qué son los implantes dentales?

Para que la explicación sea más asequible, vamos a comparar un diente natural con un implante dental. Los dientes están compuestos por una parte claramente visible (llamada corona) y otra que no se ve, puesto que se encuentra bajo la encía (llamada raíz).

Cuando perdemos un diente, estamos perdiendo ambas partes: tanto la corona como la raíz. Normalmente, para reemplazar la raíz se utiliza un elemento de titanio parecido a un tornillo, que se coloca en la parte interior del hueso maxilar, en un agujero que se hace con anestesia. Un implante dental requiere de un tiempo para su curación, en la que se debe formar el hueso que actuará como envoltorio del implante. Este proceso es apenas perceptible, y su duración varía según dónde se haya puesto el implante. Cuando esta fase está terminada se puede decir que existe una nueva raíz, en la que se podrá situar la parte visible del diente, es decir, la corona.
Se trata de una solución muy recurrente a nivel estético, puesto que no se verá ningún hueco entre dientes ni ningún resto ‘antinatural’. Además, a nivel funcional son muy confortables y cómodos. De la misma manera, estos implantes respetan los dientes vecinos.

¿Por qué es importante reponer los dientes perdidos?

Desde el punto de vista funcional, la mordida se ve comprometida si se pierde algún diente, ya que esta cambia. Esta ausencia de alguna pieza dental puede medrar nuestra habilidad para masticar, por lo que puede que no nos permita comer correctamente. Esto puede afectar al resto de dientes que estén en un estado sano.

Además de esto, la pérdida de un diente o varios puede causar en nosotros un fuerte impacto negativo a nivel estético, lo que puede afectar a las personas en mayor o menor medida. Un implante dental actúa como un repuesto de la estética.

¿Qué tipos de implantes dentales hay?

Lo cierto es que existen varios tipos, que se tratarán a continuación:

Implantes Endo-óseos:

Son los implantes más comunes, también conocidos como los implantes de tornillos. Ya se ha explicado cómo se llevan a cabo, y tienen un resultado de aspecto muy natural.

Implantes laminados:

Cuando se debe hacer una sustitución de un diente central (normalmente incisivo), esta opción de implante es la más recomendable. Sin embargo, si la pérdida del diente es total, no es recomendable llevar a cabo un implante laminado.

Implantes cilíndricos:

Se trata de un proceso bastante lento. En él, se colocan los implantes de tal manera que el hueso se puede desarrollar e integrarse en el propio implante. No se trata de una técnica muy utilizada, ya que ese proceso puede ser largo hasta que el hueso quede totalmente integrado en el implante.

¿Cómo se colocan?

Es un proceso que va por fases:

1. Al comenzar, el profesional realiza un estudio al paciente en el que valora y diagnostica el estado de las piezas dentales que existen, así como del estado de salud de la boca. Este estudio se suele realizar con radiografías o imágenes 3D para que sea más completo y poder contemplar detalladamente el estado del hueso maxilar. A partir de este informe, el especialista realiza un plan de tratamiento para reemplazar las piezas que sean necesarias.
2. A continuación, se procede a colocar el implante de manera quirúrgica, haciendo una incisión en la encía e implantando el tornillo metálico a modo de raíz. Después se cierra la herida con puntos de sutura para evitar infecciones.
3. Después de una semana, la herida debería estar parcialmente cicatrizada, por lo que se pueden retirar los puntos en caso necesario. A partir de este momento, la mandíbula debería crecer hasta unirse con el implante, un proceso conocido como osteointegración.
4. Finalizada la fase anterior, se coloca un pilar en el implante para conectar la raíz con la prótesis dental. Es una fase crucial del tratamiento y puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso.
5. En último lugar, se procede a colocar la prótesis definitiva (o diente artificial). Para ello, previamente se ha debido diseñar y fabricar la corona que vaya a sustituir al diente natural, la cual debe ser similar en estructura, color y textura.

¿Cuál es el post operatorio y mantenimiento que se debe de hacer?

Es imprescindible saber que el tratamiento no se termina cuando se da el alta en la clínica, sino que debe seguir con el mantenimiento y cuidado en casa. Durante el proceso de rehabilitación, se debe limpiar de la misma manera que se limpiaría un diente natural, con la diferencia de que será más fácil y cómodo cuidar el de un implante.

¿Qué precio tienen los implantes dentales?

Lo cierto es que no se puede establecer un precio concreto, ya que esto varía según las condiciones de los diferentes clientes. Nuestra recomendación es dirigirse directamente a la clínica (o llamar por teléfono) y pedir presupuesto sin ningún tipo de compromiso. Si acudes físicamente a nuestras instalaciones, podrás tener una valoración por parte de un especialista. Además, existe la posibilidad de financiación de manera cómoda y sencilla.

¿Cuánto dura un implante?

Por lo general, un buen implante dental tiene una vida útil de entre 15 y 25 años. Sin embargo, este tiempo puede variar dependiendo de diversos factores (hábitos, enfermedades, material utilizado…).

¿Duele un implante dental?

La verdad es que, como norma general, las prótesis o implantes dentales no suelen doler durante su colocación quirúrgica. De la misma manera, no es lo más común que duelan durante el postoperatorio o con su posterior uso al morder o masticar distintos tipos de comida.